Cómo educar a un perro equilibrado

educar a un perro equilibradoMuchos propietarios comentan el carácter utópico del llamado perro equilibrado, es decir, aquel perro disciplinado que convive con la familia de forma armoniosa y feliz.

No se puede pretender que un perro nazca equilibrado: el equilibrio lo tiene que conseguir su entorno. Dependerá exclusivamente del propietario el que su perro sea equilibrado o no. ¿Cómo?

La primera premisa es olvidarse de utopías: cualquier perro puede ser equilibrado, pero hay una serie de factores que resumen el equilibrio del perro perfecto:

  • Una buena alimentación: la desnutrición, tanto por escasez como por abundancia son perjudiciales para tu perro. Vigila su alimentación dándole de comer alimento balanceado, de esta forma, conseguirás un buen estado de salud física que comprobarás en su energía, su pleo, los dientes, y hasta en su forma de ser.
  • Unos buenos cuidados: las revisiones veterinarias son imprescindibles para prevenir enfermedades. Somete a tu perro a tratamientos antiparasitarios, tanto de forma externa como interna, de esta forma, evitarás que tu perro sufra ansiedad por la molestia de los indeseables parásitos.
  • Una buena educación: educar significa tener paciencia, constancia y disciplina, pero sobretodo, respetar su naturaleza como especie canina, por lo que olvídate de humanizar a tu perro. Infórmate sobre la convivencia natural de los perros, y observa que las manadas son grupos sociales constituidos de forma jerárquica, en la que una pareja es la líder y el resto de la manada son perros sumisos. En tu casa debes trabajar por una asimilación de roles en los que tú o tú y tu pareja seáis los líderes, y tu perro, el resto de la manada. Un perro sumiso, cuya única función es complacer a su líder es un perro realizado, equilibrado.
  • Una buena dosis de ejercicio: infórmate sobre la raza de tu perro. ¿Es un perro de caza?, ¿de presa?, ¿guardián?, ¿lebrel?, ¿de compañía?, ¿terrier?… Dependiendo de la raza o cruces de razas, tu perro puede ser un perro de energía alta, media o baja. Descubre qué energía tiene tu perro, y apórtale el nivel de actividad física suficiente como para quemar esa energía. Debes tener claro que, si tu perro no quema esa energía mediante paseos, carreras, juegos, etc., quemará esa energía realizando malas conductas: ladridos, destrozos, hoyos, etc. y desarrollará ansiedad por estrés.

Como ves, son puntos muy fáciles de cumplir por tu parte. Sé responsable con tu función de propietario y aporta a tu perro todo lo que necesitará para ser un perro feliz y equilibrado, tanto física como emocionalmente.

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