Cómo educar a un perro a pasear

cómo educar a un perroUno de los comportamientos que acarrea más problemas llega a la hora de pasear a un perro. Cómo educar a un perro a pasear es una tarea que requiere de mucha paciencia. Si bien es cierto que siendo cachorro es más fácil enseñarle a pasear de forma adecuada, esto se complica cuando el perro es adulto y ya tiene un hábito, que suele ser el de tirar siempre de la correa.

Aunque es más complicado, no por ello es imposible. Con un poco de paciencia podrás conseguir grandes logros.

Para empezar, hazte con un collar de entrenamiento. Suelen ser los llamados collares Halty. Este tipo de collares tienen la ventaja de que, en todo momento, el propietario lleva el control del paseo. El Halty consiste en un collar que se coloca en el hocico del perro, de forma que al intentar tirar de la correa, su cabeza se girará hacia atrás. No tengas miedo porque no le harás daño.

Los collares de toda la vida son los que realmente dañan al perro si éste suele pasear llevándote a ti en volandas, que con los tirones pueden hacerse lesiones en la garganta. ahogarse o dificultar la respiración. Con el collar Halty tu perro aprenderá más rápido a pasear de forma correcta.

Si no tienes o no puedes conseguir un collar de estas características, ármate de paciencia y sigue las siguientes recomendaciones sobre cómo educar a un perro a pasear:

  • Intenta llevar la correa del perro de corto alcance, es decir, sujeta a tu perro al lado de tus piernas y dirígelo donde tú quieras.
  • Recompensa toda conducta correcta que haga, es decir, si camina hacia tu lado y sigue a tu lado sin tirones, recompensa esta conducta. Si notas que estira, oblígale a sentarse.
  • No permitas en ningún momento que durante el paseo esté llevándote a ti de paseo. Tú debes controlar en todo momento el paseo y la dirección del mismo.
  • Debes conseguir que el perro pasee contigo de forma relajada, es decir, con la correa sin tensar, no en tensión. Por ello, siempre vas a dejar destensada la correa, ¿que el perro vuelve a tirar? Paras en seco, y le dices SHHH. Reinicia el paseo y actúa de esta forma siempre que haya tirones.

Al principio, cómo educar a un perro a pasear no resultará divertido, pero tampoco lo es cuando te lleva a ti a pasear en vez de tú a él. Lo ideal sería que ambos pasearais lado a lado, sin tensión ni tirones. Tómate esto como un entrenamiento. Con tan solo unos cuantos paseos siguiendo estas pautas bastarán para que ambos disfrutéis de un paseo en armonía. Recuerda siempre recompensar a tu perro ante conductas que quieras que se repitan: las recompensas pueden ser elogios y caricias, pero la recompensa de la comida suele motivar mejor a estas mascotas.

Cómo educar a un perro a no hacer destrozos en casa

cómo educar a un perroCómo educar a un perro a no hacer destrozos en casa es un problema que tiene muy fácil solución. Los propietarios que tienen perros que suelen roer los muebles, destrozar las alfombras, morder los cojines, hacer agujeros en el sofá, y un largo sinfín de calamidades, creen que sucede porque el perro es muy travieso.

Pues bien, el perro no hace destrozos para divertirse, ni disfrutan con ello. Hasta el perro más educado puede llegar a hacer destrozos en casa si no le ayudamos a calmar su ansiedad.

Los destrozos que realizan los perros en sus hogares son fruto de la ansiedad que les produce el aburrimiento, la soledad o la falta de ejercicio.

Hay perros enormes que viven en apartamentos minúsculos, en grandes ciudades, donde apenas salen a hacer ejercicio físico, se quedan en casa muchas horas solos y esa energía que, por naturaleza queman en buscan de alimento, queda enquistada, no es liberada, y no encuentran otra salida que quemarla mediante estas conductas. En resumidas cuentas, son perros desquiciados.

Si como propietario tienes un perro que causa destrozos, debes saber que no es feliz. Un perro equilibrado es aquel que realiza el suficiente ejercicio físico como para liberar toda la energía: realiza paseos, carreras, sesiones de juegos e incluso deportes caninos, muy beneficios para aquellas razas de perros que son más activas.

Por tanto, si quieres aprender a cómo educar a un perro a no hacer destrozos en casa, sigue las siguientes recomendaciones:

  • Infórmate sobre la raza de perro que tienes: es importante saber si es una raza de perro activa o pasiva. No es lo mismo un galgo que un carlino. Dependerá de su naturaleza para que te ajustes a sus exigencias y necesidades.
  • Aumenta el nivel de ejercicio físico: aumenta la duración de los paseos, visita el parque y juega con el perro a diferentes juegos (pelota, freesbee, etc.)
  • Ten en casa tres juguetes diferentes: si tu perro se queda en casa muchas horas solo, es importante que tenga juguetes con los que entretenerse. Mi recomedación: el kong.
  • Intenta realizar el ejercicio físico con tu perro antes de salir de tu casa, de forma que cuando se quede solo estará muy relajado y no sentirá la necesidad de destrozar cosas.
Como ves, cómo educar a un perro es más fácil si se tiene la información y los recursos necesarios para llevarlo a cabo.
¡Suerte!

Cómo educar a un perro a controlar los ladridos

cómo educar a un perroCómo educar a un perro a controlar los ladridos es algo que los propietarios agradecen que se les enseñe. Evidentemente, hay razas de perros más propensas a ladrar que otras, pero si tienes un perro muy ladrador, es evidente que debes aprender a enseñarle a que sus ladridos resultan desagradables y molestos, para ti y para el entorno. De hecho, muchos son los vecinos que, agotada su paciencia, acaban denunciando al propietario, por tanto, vamos a intentar solucionar este problema.

¿Por qué ladra el perro?

El ladrido es una de las formas de comunicación verbal que utiliza el perro para expresar sus emociones: un perro puede ladrar por miedo, por estrés, como aviso, para amenazar, por aburrimiento, por excitación, por frustración, o incluso, por enfermedad.

Para aprender a cómo educar a un perro a controlar los ladridos, deberás observar y analizar el ladrido de tu perro para conocer el por qué de su insistencia a la hora de ladrar. La mayoría de veces por las cuales un perro ladra es para calmar la ansiedad que contiene y que se produce por no realizar el suficiente ejercicio, o bien, porque se encuentra solo, y el ladrido es una manera de “ahuyentar” a posibles amenazas.

Si bien es cierto que en las tiendas de mascotas venden dispositivos antiladridos, desde luego no todos son recomendables. Veamos los recursos que podemos encontrar:

  • Collar de descarga eléctrica: desde mi punto de vista, estos dispositivos deberían estar prohibidos. No se utilizan tanto para controlar sino para hacer daño. Una descarga eléctrica supone dolor para el pobre perro, que ladra porque quiere comunicarse. Sin ninguna duda no es nada recomendable.
  • Controlador de sonidos por sensores de sonidos: confunde al perro, porque se dispara tanto si ladra el perro como si se oye un ruido del vecino.
  • Controlador de ladridos ultrasónicos: solo funciona en razas pequeñas, que perciben correctamente el ultrasonido.
  • Controlador de ladridos por vibración: confunde de nuevo al perro, porque cualquier movimiento que no sea el de la garganta lo activa.
  • Silenciador de perros: dispositivo con ultrasonidos molestos para el oído del perro pero imperceptible para nosotros que se activa con el ladrido.

Todos estos dispositivos intentan controlar los ladridos del perro, pero creedme que hay propietarios que incluso llegan al punto de operar las cuerdas vocales de su perro. Me parece que atenta completamente contra la naturaleza del perro. ¿Te imaginas que en un mundo al revés, los perros nos trataran igual?

Yo soy defensora de la educación, del mano a mano entre propietario y perro. Lo más básico para empezar, es que utilices el factor estímulo-respuesta. Es muy rudimentario pero funciona. Eso sí, necesitaras de grandes dosis de paciencia y de esfuerzo por tu parte. Hazte con un pulverizador de agua, y cada vez que tu perro ladre, le pulverizas agua. De lo que se trata es de que tu perro asocie el estímulo (ladrar) con la respuesta (agua, que por cierto, debe ser desagradable para él). Si observas, que el agua no le es desagradable, sino que le resulta divertido, intenta utilizar otra respuesta que le sea desagradable (un estruendo, por ejemplo). Un ejemplo que funcionó es el uso de una bolsa de plástico. Mira el ejemplo aquí: Cómo enseñé a Uma a ladrar lo justo.

Si tu perro ladra siempre por ruidos concretos, intenta conseguir grabaciones y somete a tu perro a estas grabaciones a un volumen muy bajo que irás aumentado a medida que trabajes con el perro. Utiliza la recompensa siempre que escuches que no ladra, y utiliza el NO cuando ladre.

Aprender a cómo educar a un perro no resulta fácil. No es una varita mágica sino que dependerá mucho de tus esfuerzos como propietario.

Cómo educar a un perro a ir al baño

cómo educar a un perroCómo educar a un perro a ir al baño es uno de los primeros objetivos que se plantean los propietarios de perros. Cuando el perro empieza a orinarse o a defecar por casa, la paciencia se agota, pero déjame decirte que si el perro hace sus necesidades en casa es porque nadie le ha enseñado o le ha sabido enseñar que las necesidades no se hacen dentro de casa.

Para que comprendas mejor por qué el perro no ha aprendido a hacer las necesidades en el sitio adecuado, te voy a listar una serie de conductas llevadas a cabo por los propietarios y que son erróneas:

  • Encontrar un pipí o una caca y regañar al perro por ello: de nada sirve reñir al perro cuando hace rato que ha hecho sus necesidades. Los perros son atemporales, es decir, son incapaces de asociar una acción pasada con la consecuencia de ahora.
  • Restregar el hocico del perro sobre los orines o las heces: esta conducta tan humillante solo causa miedo y terror al perro. A la larga desarrollarás en el perro una conducta de miedo o de agresividad, por tanto, cuanto antes acabes con esta práctica ilógica, mejor.
  • Pegar o utilizar la violencia para castigar esa conducta: el uso de la superioridad no sirve para nada más que para, como en el caso anterior, desarrollar conductas de miedo o de agresividad en el perro.
  • Sacar a pasear al perro a hacer sus necesidades cuando a nosotros nos vaya bien: el perro necesita unas rutinas que debes respetar. Su sistema digestivo es un reloj, entonces, debes respetar unas horas que día a día serán las mismas.

Cómo educar a un perro a ir al baño de forma correcta:

  • Habilita una zona en la casa donde quieras que el perro haga sus necesidades. Cuanto más mayor sea el perro, más capacidad de controlar la vejiga tendrá. Un cachorro de 2 meses que no tiene la vejiga todavía formada, no controlará sus ganas, y cada dos por tres estará orinando. De todas maneras, no dudes en enseñarle dónde debe hacerlo. Para ello, la zona que has elegido la vas a habilitar con papeles de periódico. Recompensa el perro cuando orine en la zona, y di NO cuando lo haga fuera.
  • Nunca regañes o riñas al perro si encuentras un regalito por casa. No va a servir para nada. O justo en el momento se lo comunicas, o no gastes saliva ni mal humor en regañarlo porque no va comprender por qué le riñes.
  • Los perros sienten ganas de ir al baño tras 10 minutos después de comer. Los cachorros, 30 minuto. Sabiendo esto, calcula el tiempo que tardas en bajar al perro a la calle para que haga sus necesidades, y no lo olvides: recompénsale siempre. Puede ser con comida, con elogios o con caricias, pero a tu perro debe llegarle que estás muy contento con sus buenas conductas.

Si sigues estas pautas sobre cómo educar a un perro a ir al baño, no te costará nada que aprenda rápidamente a controlar su necesidad de orinar. Por otro lado, no debes confundir los orines con el marcaje. Las hembras no lo suelen hacer, pero los machos instintivamente marcarán con orina lo que consideren su territorio. Esta conducta también tiene solución aunque te la comentaré en otro artículo.